decidí ponerme hoy, para verte,
este que es el de la cara cínica y gestos escondidos,
sonrisa a medio vivir y manos gastadas.
Es el que tiene la espalda un tanto jorobada
por la vergüenza que la vida propicia,
y siente el viento tan adentro que casi airea el corazón.
También es, el que de vez en cuando,
miente mirando a los ojos
y traiciona, roba, profana y oscurece la luna.
Sólo voy a decir que sos especial.
de una manera tan desagradable como encantadora.
Y que esos mismos tics que odio de vos,
son los que llevo tan adentro cuando camino por la ciudad
o me encuentro entre grandes tumultos de infelices.
Por eso,
de todos los cuerpos que tengo amontonados,
llevo este que anda medio chato y desgarrado.
Esquiva la verdad y te prefiere como una figura
pero no como una persona.
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