domingo, 31 de mayo de 2009

Coman de mí (Canción)

Puedes escuchar, 
el silencio explotar,
en el rincón,
de la soledad?

Nena despierta ya,
creo que dejé de amar.

Tras el hierro, en lo frío,
esperaré tu verdad.

Ya no me quedan piernas,
para andar sobre .

Y ahora que van a pensar?
Me vendé ante .
Desgarrame la carne,
coman de mí, coman de mí.

Las sombras contentas,
en la oscuridad.

Qué otra cosa puedes robar de mí?

Y ahora que van a pensar?
Me vendé ante .
Desgarrame la carne,
coman de mí, coman de mí.

Rayú Antu (Zamba)

Se escapa el sol de tu voz.

La brisa va llevando tu amor.

El día va pintandose de tus sueños, de tus vuelos.

Rayú Antu

Susurro de palabras

Entre las acuarelas de tus miradas,
y tus sonrisas hechas claveles,
entre el estruendo de bordonas,
y tus promesas blancas.

Brillás como la última estrella de la noche,
y bailás y cantás.
Te hechas al cielo,
el carnaval se alegra de verte volar.

Todo tu amor es un eco,
una locura,
una lujuria a la razón.

La pasión que desborda y me hace hombre,
y me equivoco,
me gasto, me hago ruido.

El dolor se hace viento,
las palabras susurran.
Los sonidos, las caricias, las mentiras,
y también la vida,
todo se hace viento.

Pero no el amor!
No el fuego que arde entre tempestades!


sábado, 30 de mayo de 2009

Sicarius

Pero estás segura?
Tengo un puñado de mentiras que son verdades,
nada más.

El oro en realidad es barro,
y mi silueta es moldeable según la ocasión.
Mis manos y mi cuerpo son cosas ajenas a mi.
Si te ofendo,
poco tendrá que ver conmigo.

En verano suelo irme
a andar meditabundo.
Nauseabundo de sentimientos,
hasta las almas se asustan.

Mi aurora grande y ojerosa
chorrea las últimas gotas.
Los gritos, el enamoramiento, la creación de esto,
todo se va...

Pero estás segura?
Tengo una araña en el corazón.
Rojo lleno de veneno y ardor,
duele y quema,
es el orgullo lo que me retuerce las entrañas.

Mi amor te va a resultar como una dócil espina,
infectando tu carne lentamente,
matando mares y dejando pobres tus besos.

Pero estás segura?
Voy a enjaular tu amor.
Tus suspiros, tus abriles,
tu sed, tu lujuria, todo voy a tomar y a agotar.

Toma mi negra y amarga esencia humana,
baña mi vencido y bebido llanto,
escóndeme del aburrimiento.

Pero estás segura?
Mira lo contradictorio que he sido...


Entre sirenas y tiburones

Entre sirenas y tiburones mi alma navega,
postrada en incertidumbre.

No es que no quiera ser tu esclavo,
me muero por besarte los pies,
pero es el peligro lo que me acobarda.

Son dulces tus caricias e intenciones,
tus miradas son noches vírgenes que ríen y acompañan.
No puedo ir en contra del tiempo y del espacio,
mi sangre se asfixia si no estás conmigo,
pero mi sangre también se coagula si te tengo.

Llueve sobre nuestros olores,
sobre nuestro amor de mármol,
sobre nuestros labios y pétalos rosados.

Puede ser el llanto náufrago?

Todo puede ser,
porque tu y la melancolía me secan la vida.
Me lavan cada rincón,
y me despojan de los colores.

Entre sirenas y tiburones debo decidir,
entre espejos dobles y palabras traicioneras.

No sé si quiero que mis recuerdos se quiebren al perderte,
no me atrevo a asegurarte que esta boca que ahora huele a miel,
tenga con el tiempo y el ritmo de la vida,
el sabor de una mala fruta.

Entre sirenas y tiburones estás tu,
reina, brisa y acompañante.
Sé que la vida en ti es doble,
aun así no me atrevo a negarte.

Con el sol tibio,
el viento débil,
los sentimientos a punto de pudrirse.

Aun así,
no me atrevo a negarte.

jueves, 28 de mayo de 2009

Cunumí

Con el sol rebelde y campero,
pujante y amenzante,
te vi bailar,
libre y limpia como el agua.

En son de libertad,
compás violento, compás agitado,
negra la tierra del riego y los llantos,
morocha tus manos y lomo de tanto trabajo.

Pero es que cuando bailás
el campo es infinito y tan amarillo.
No hay tristeza que se quiebre
al ver tus pies abriendo el silencio,
que las cuerdas de esa guitarra entren en riña!

Ay vidita,
si te vieras robando sueños,
enamorando ponchos con tu agite.

La esperanza no muere en tus ojos,
y el cariño florece.

Angá de ti negrita.
mañana es día de esclavos, es día de trabajo.
Los pies de los blancos no se ensucian ni se manchan,
pero si sus corazones.

Tu y tu chango gritan los roncos sapukays del alma.

Cuánta ausencia tiene tu tristeza,
más cuántas hilachas tiene tu dolor,
que bailando y bailando vas engañando penas,
e ilusionando al corazón!

El peso del Agua

Los caníbales comen del pecado,
gruñen, se quejan, se miran de reojo,
la desconfianza susurra en el ambiente.

El olor putrefacto, sigan bestias,
el olor no les es ajeno.

Pero entonces, cuando el amarillo es el color de los ojos,
cuando no hay criatura
que se anime a acercarse a esa polvareda, 
la noche manda su mensaje.

La lujuria renace,
y el espanto tensa los hilos,
las clavijas giran,
las bestias se retuercen,
se ponen idiotas, babean,
quieren sangre joven, quieren volverse hermanos.

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El menor de estos desdichados cae en descuido,
la ceguera, la suspensión, el silencio eterno.

El cuerpo rebotando, las sombras acechando su cuerpo.
Entonces las palabras son gritos que hieren,
y asustan mas que cualquier eclipse.

Gritá ahora desdichado,
pronto serás como ellos,
piel, huesos y pelos,
erguido, recto, amante de la noche.

Ahogado en sangre violeta,
callado por violencia,
animado por imbéciles de fáciles palabras,
y ninguna responsabilidad de culpa.

Ánimo Idiota, ya sos parte de la gama,
agachá la cabeza.

Ánimo Idiota,
ya no tenés nada que perder!

Diluvio

Y fue así,
ella entregada en mis brazos me preguntó:

Puede ser la belleza amarga?
Puede ser el sol un agujero negro de decepción?

Y yo ignorando su inocente rostro,
mirando hacia lo llano, donde la luz se acuesta,
le respondí:

Amor cuando este momento termine,
cuando este sentimiento ya no sea euforia,
hablaremos de diluvios...

miércoles, 27 de mayo de 2009

Pompeya

Ahora que ya sabes cuantos están gozosos, 
y otros tantos están como idiotas,
no vas a parar, no?

Por eso este verso está gris,
y casi crudo,
como labios lastimados,
como un sordo que murió 
lleno de ecos.

Te crees la gran cosa.
manejando los nervios,
y arrojando piedras sobre los sexos.

(Los lamentos algún día madrugan.)

Cuando estés todavía en tu cama,
con la nieve de la noche anterior,
y en vísperas de una nueva vida,
los lamentos madrugaran.

El dolor se hará redoble,
y tu corazón de plomo jadeará,
tanto que lo vas a tener que vomitar.

Las caricias serán cada vez mas frágiles,
y ni siquiera la embriaguez amarga de una noche,
te hará olvidar que tus palabras ya tienen tumba en mí.

Y saldrás,
y verás ese absurdo amanecer,
y un sol mas humano que nunca,
sin fuerzas para si quiera quemar.

Nunca falta la Luna predispuesta a golpear,
a desarmar caravanas,
y a golpear...

Los extraños mueren todos los dias

Qué puedo darte yo
que el sol ni la luna
ni las mentiras ya te lo hayan dado?

Esta sensación es como una canción de miércoles,
tus caricias parecen fantasmas, 
es que todo ya se fue,
menos la distancia.

Y la rima está terca y aburrada,
atropellada y forzada,
como no queriendo dejar salir
todo el frío que hiela nuestras narices,
y congela momentos.

No recuerdo si fue en la cuarta caminata, 
que decidí caminarte y probarte,
explorar cada gesto,
y cada tiempo que tu cuerpo dejó atrás.

Las imágenes que tus palabras guardan, 
los paisajes oscuros de besos de pétalos,
los tres minutos que fueron reales,
y toda la eternidad que tuvimos que compartir.

Me rendí,
dulce y suavemente,
soy un instrumento, casi una marioneta
que responde a tus acciones.
No puedo renegar de los golpes de tus argumentos,
y de los lobos que me despedazan con cada palabra tuya.

No puedo quejarme de las noches largas,
llenas de disturbios cuando estoy en mi cama.

No puedo quejarme diciendo que vos me dejas sin nada que hacer.

No puedo quejarme de nada,
puesto que estoy cegado (y a gusto) de tu crepúsculo...

martes, 26 de mayo de 2009

Doma

Es que casi se me desgarra la carne,
se me trizan los ojos, y la garganta se me pone dura.
Es como tragar una piedra, áspera e inerte.

Algo que nace en mis adentros,
destroza cada tejido, rompe toda barrera,
y me deja sin ánima, mirando al rincón.

Es que vos iluminas cada parte de mi,
y la distancia se proclama derrotada.

Ni la tranquildad de un cólera de ríos,
aun el llanto de mil aves, nada es comparable
con oírte respirar.

Que venga rápido la agria sensación de no saber si soy amado,
que caiga lo repugnante que nos separa.

Yo con mis estúpidas vanidades!
Tienes derecho a desgarrarme a mordiscos...

Cómo estropearé nuestra bola de cristal?
Las mentiras esculpidas en el altar, 
las golondrinas se apoyan en el.

Todos ciegos frente a la palabrería,
tensa tus hilos, hazme dominable,
abominable,

hazme de carne y huesos,
mentiras y tormentos,
hazme polvo en tus manos y échame a volar de un suspiro.

lunes, 25 de mayo de 2009

Cuando el sol queme

Pero si vos estas allá,
entre esos colores,
escondida y callada,
como pretendes que te encuentre?

No es que quiera llenarte de reproches,
sabemos que las palabras en nosotros son filosas.
No es mi intención la de inundar nuestras lineas en polvo.

El dolor se disfraza de miel,
nuestro paladar lo prueba,
y se hace adicto.

Las estacas no llevan lamentos,
sino malas lenguas,
malos pensamientos.

Y me ignoras, y es como carbón caliente en el corazón!

Estamos encadenados el uno al otro,
los ojos insinuantes de tan poco,
y carentes de tanto...

Cuando el sol queme y el incienso de tu carne
se desparrame por el desierto,
conoceremos las caricias que nos hacen revivir...