viernes, 12 de febrero de 2010

El Secreto

Ambos caminaban
enterrándose en la arena,
dejando sus huellas sobre lo húmedo y silencioso de esa playa.

Cuántas palabras se tragó el cielo esa noche? se preguntaba el. Y caminaba y caminaban.

Ninguno daba señales de la alegría inminente y prohibida que era verse.
Aún se la recuerda,
tan llena de secretos, callada
y con las manos suaves,
un poco de arena en las uñas
y esa sensación de quedarse con las ganas de estrujarse la piel.

Sólo querían una cosa,
olvidar a todos,
quemar las imágenes y recuerdos,
las palabras desperdiciadas y las miradas fugitivas,
quedarse ahí por siempre,
siendo partes de la inmensidad del mar,
siendo infinitos e invisibles.

Entonces el agarro un papel
y escribió un secreto,
ella quiso verlo y el se lo negó
y lo arrojó a las olas caóticas que cabalgaban por lo oscuro.

Lentamente el papel se fue disolviendo y manchando de tinta
yendo de un lado a otro y desparramando ese secreto a los cuatro vientos.

Entonces el le dijo, ya no hay secreto,
la tomó por la cintura y la besó.
Cuando aun sus labios estaban húmedos y desorientados,
despotricados como para salir corriendo,
le dijo, ya no hay mas secretos,
te amo.


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