sábado, 14 de marzo de 2009

De cuando te oía hablar

El sol tibio en mi cara, el secreto universal,
tu boca moviéndose, tu mano dando el ultimo amor.
Levantás el teléfono y la falsa poesía baila en el cuarto,
delante de ti, delante de mí, delante de Ella.

(Delante de Ella...)

Pero a ti el apocalipsis te es indiferente,
y te bañás de lo prohibido.

Y lo tenés en tus manos, en tu piel, en tu pecado,
ese olor me mata, ese olor nos mata.

De pronto un nuevo renacer en nuestro absurdo capítulo,
pero me gusta como me ilusionás
quizás hasta te crea,
quizás hasta podría romperme frente a ti.

Es lo que sangra, es lo que late,
perturba, maltrata, acostumbra, reconforta.

Hoy nos toca actuar, romper el espejo, deletrearnos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario