martes, 17 de marzo de 2009

Spes

El mañana es indescifrable en tus ojos,
aquí mes, encerrado en tu castillo de arena.
Prisionero de ti,
prisionero de mí.

Cómo haremos para vencer al viento?
Cómo no quedar ciegos frente al rayo de nuestra adolescencia?
Cómo suspender el tiempo?

En la oscuridad del alba,
en las miserias del amor,
en la lujuria de los pecados.

Privémonos de hablar,
de recordar lo que somos, de jurarnos mentiras.

Seamos estatuas frente a la gloria azul de un cruel invierno.

Que tus palabras sean versos de otoño,
Que tu risa sea canto de liras,
Que tu pasar sea brisa amarilla.

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