martes, 9 de junio de 2009

Acerca de mi silencio

No es que no sepa hablar, solo prefiero el silencio a decir ciertas ridiculeces.
Mi lengua entorpece al tenerte cerca, se pone nerviosa.
Pero no solo mi lengua se agita, mi cuerpo y mis movimientos, todo gesto, mínimo y egoísta que tenga escapa de mí cuando estas.

Es ese calor que escurre a mi voluntad.

A veces no quiero estar ahí, tan cerca... me pongo irritable y ridículo, casi como un niño.
Siento que el tiempo no pasa, y una picazón similar a la de haber sido humillado en publico me sacude.
Te reitero, no es que no sepa hablar, solo prefiero callarme para no decir ciertas cosas de las que después no pueda retractarme.

Mi sabiduría consiste en saber usar la lengua.
Eso es moverla lo mínimo e indispensable.
Hay colegas que no saben utilizarla con suficiente sensatez.
Se les escapan los sonidos sin pensar, grosísimo error y tremendo pecado cuando lastiman, porque vos sabrás amor que las palabras son mas punzantes que mil apuñaladas.
En fin, suelen llenar silencios con mentiras, mentiras que ayer fueron sueños, sueños que alguna vez fueron añoranzas copiadas de alguien, añoranzas que hoy los hacen sentir miserables en incapaces.
Pero a la vez, quién no quiere aparentar ciertas cosas que no es y no esta listo para ser?
Porque entre nosotros amor, yo mismo miento para impresionarte y luego miento para convencerme.

Pero volviendo al tema, no es que no quiera hablar.
Es solo que mi lengua entorpece cuando te tengo cerca,
pero si pudiera controlarme te hablaría mil veces, y te diría mil verdades, y te diría mil mentiras,
pero qué importa todo eso?
Yo te podría hablar y eso sería lo único que haría!

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