domingo, 28 de junio de 2009

Pero si te vas

Pero si te vas
nuestros instantes pobres y constantes
también se irán.
No es que te quiera poseer como a una muñeca,
más bien quiero mirarte cada vez que pueda,
suspirarte buenos días y robarle elegantes sombras a tu cuerpo.

Como aquella tarde que apenas la habían pintado de otoño,
éramos dos cuerpos tímidos apenas conociéndose
una ciudad furiosa a punto de dormirse,
y nuestras bocas pidiéndose permiso.
Torpes, limpias, bocas pidiéndose permiso
y dándose caricias amarillas como el sol.

Por eso si te vas el tiempo se va a volver lento y traicionero,
quizás mi cama ya no huela a rosas,
quizás mis palabras se vuelvan livianas
a punto de volverse hijas del viento.

Vos sabés amor, un hombre sin palabras
no merece caricias de madrugadas,
no merece cantos de pájaros ni miradas de musas.

Si te vas me dejas un montón de poemas a medio sentir,
y planes que se llamarían utopías.
Me dejarías la tibia imagen de la ultima vez
y el pobre sabor de nuestros labios sangrando.

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