miércoles, 17 de junio de 2009

Él bien podría

Tan silencioso como la muerte en otoño, 
y tan cálido como el amor en sus primeros diez minutos
camina al son de la música,
y todos sus movimientos parecen ensayados.

Está dispuesto a matarte,
pero sabe que no puede hacerte sufrir.
Entonces, te tomará con elegancia.
Y luego, cuando vos ya estés en sueños,
te acorralará y te sacará el dolor.

Sos como una doncella ante sus ojos.
Te huele y rejuvenece.
Te bebe y es inmortal.
Pero que alma mas cristalina la tuya,
que hasta las atrocidades la beben y salen sanos!

Y es por las noches de brisas.
oscuras y puras,
cuando este jorobado más te busca.
Se le llena el cuerpo de sentimientos ya buscados,
y la sangre se le vuelve puñales.

Cuán violenta es y será la naturaleza para con él!
Lo creó y ahora lo deja absorto frente a ella,
desnudo y confundido.

Quiere tocarla,
sentirla y quemarse.
Pero es solo una bestia.
Una deformidad del tiempo
y de los humanos.

Él bien podría ser una ciudad abierta para tus dolores,
un plagio a la felicidad,
pero decidió ser una sombra frente a tus ojos,
un tímido y un ciego.
Todo grotesco para que no te le acerques.
Todo cuidadoso para no lastimarte.

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