miércoles, 10 de junio de 2009

Cambiar la luna

Esa noche decidiste hacer el pacto y marchar.
Tan fugaz e independiente,
quizás eso fue lo que mas me molestó.

Tomaste tus pertenencias,
tus pocos tesoros reservados para vos,
una vieja guitarra y un par de papeles hechos casi trapos de lágrimas.

Cuan te diste cuenta que nosotros no podíamos cambiar la luna,
escapaste, 
y eso fue tal vez lo mas puro que salió de vos.

No hubo libros ni grandes discursos inventados en tus movimientos,
y eso me asustó.
Fue la primera vez que fuego en tus ojos,
fuego que ni siquiera nuestra pasión te dió.

Dijiste que no te esperáramos después del trabajo,
rápido y sin pensarlo me preguntaste:

Vos crees que podremos cambiar la luna?

Pues no, no lo creo, no vivo de ilusiones- respondí.

Pero que estúpido!
Cómo pude pretender atarte a mi sonrisa forjada?

Si te tuviera frente a mi nuevamente y me preguntaras:

Vos crees que podremos cambiar la luna?

Yo te respondería por supuesto que si, podemos cambiarla e inclusive bajarla por este amor!

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